Nada que festejar

Este 7 de junio de 2018 el Sindicato de Prensa Bonaerense (Siprebo) no realizará ningún festejo por el Día del Periodista porque en el actual escenario no tenemos NADA QUE FESTEJAR.

Instituido en 1938 por el primer Congreso Argentino de Periodistas, en este 80 aniversario nos duelen los despidos masivos; suspensiones, reducción de jornadas; atraso en los sueldos;  incumplimiento empresarial del Convenio Colectivo de Trabajo;  proliferación del trabajo precarizado y en negro  y la amenaza constante de cierre de empresas privadas y reducciones de trabajadores en las plantas de los medios públicos.

No menos grave son las ofertas de mejora salarial del 14 % cuando el propio Banco Central presenta un reporte que estima que llegará al 27 %, con lo que nuestros sueldos seguirán perdiendo poder adquisitivo. Lamentablemente,  todo indica que seguirán los salarios subiendo muy lentamente por la escalera y la inflación en ascensores de ultra velocidad.

Los trabajadores de Prensa  hemos sufrido más de 3.000 despidos desde 2016 y el panorama es cada vez más sombrío, porque empresarios periodísticos que se enriquecieron durante muchos años,  no dudan en dejar en la calle a cientos de trabajadores  alegando dificultades económicas.

Los casos de Radio Rivadavia, agencia DYN, Diario Hoy, Radio del Plata, Prensa Libre, Tiempo Argentino, La Nueva, El Diario y Diagonales, entre otros muchos, son ilustrativos y muestran la voracidad e insensibilidad social de algunos “empresarios de medios” que resultaron ser vulgares especuladores financieros devenidos en beneficiarios de la pauta oficial.

Tampoco hace que tengamos clima de festejar  la situación en la Agencia Télam y en los medios públicos, conducidos con criterios reduccionistas ,casi con total desprecio de los valores comunicacionales y culturales que son la esencia de su gestión.

Hace 80 años los periodistas se pronunciaron por primera vez asumiendo su condición de trabajadores y por eso aquel congreso de 1938 instituyó un día para este sector laboral y redactó el proyecto que en 1946 se convertiría en la Ley 12.908 Estatuto de Periodistas Profesional.

Pero en 2018 algunos siguen “alimentando la leyenda del periodista quijotesco, heroico, que sólo vive para difundir ideas…. con sueldos de hambre”  –como sentenció Octavio Palazzolo al inaugurar las deliberacionesy se agrega la invasión del mercantilismo,  por lo que hemos llegado a un punto de suma vulnerabilidad.

Se impone entonces que, como plantearon Palazzolo, Senén González, Manuel Sofovich, Ernesto Barabraham y los impulsores de la agremiación, nuevamente salgamos a predicar y reafirmar nuestra condición de trabajadores, por lo que solo la unidad y solidaridad en la acción nos permitirán  alcanzar metas, de respeto, dignidad y justicia en el desempeño de nuestra profesión.  Hoy esas metas aparecen como muy lejanas. Por eso, este 7 de Junio consideramos que no hay NADA QUE FESTEJAR.

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