Frente al balotaje del próximo domingo 19 de noviembre, el SiPreBo reitera el posicionamiento expresado en su última asamblea ordinaria: “Ni un paso atrás ante los discursos -y acciones- de odio, negacionistas y antiderechos”. Este domingo, eso sólo tiene una expresión: rechazar de forma contundente a Javier Milei y La Libertad Avanza en las urnas.
El compromiso de independencia política que caracteriza a este sindicato no implica neutralidad alguna ante este escenario. A 40 años de haber recuperado la democracia, es tarea de primer orden impedir el empoderamiento de sectores que reivindican el genocidio de la última dictadura cívico-militar y buscan destruir la memoria, verdad y justicia construida de forma colectiva, plural y democrática.
Las respuestas posibles ante la coyuntura que estamos viviendo en los últimos años, marcada por una pauperización sostenida de nuestras condiciones de vida, no las vamos a encontrar jamás en las propuestas de libre mercado e individualismo extremo, que sólo apuntan a otorgar mayores beneficios a los poderes económicos concentrados -entre los que se encuentran los dueños de los medios de comunicación- que se siguen enriqueciendo a costa de nuestro trabajo. Estas políticas sólo buscan retomar aquellas que fueron impulsadas a sangre y fuego por la última dictadura, y de las cuáles todavía padecemos consecuencias.
Ninguno de los derechos conquistados en estos 40 años ininterrumpidos de democracia, ni en nuestra historia, se han conseguido por fuera del protagonismo, la unidad y la organización colectiva de los distintos sectores de la clase trabajadora y el pueblo.
Sabemos que sólo esos procesos son la garantía de modificaciones estructurales y duraderas a nuestro favor. Y estas batallas tendrían enormes dificultades si la ultraderecha se impone el domingo, ya que sus propuestas se basan en la violencia, la misoginia y los discursos de odio, la agudización del empobrecimiento y las desigualdades.
Un gobierno de ultraderecha pone en riesgo la educación gratuita y laica, el acceso a la interrupción voluntaria de los embarazos; profundizará las brechas de género y las violencias hacia mujeres y disidencias sexuales no serán atendidas por el Estado; entregará la propiedad común estatal a grandes corporaciones (empresas, recursos, servicios, etc.); y no dudará en quitar derechos sociales y laborales conseguidos tras grandes luchas. Y además plantea hacerlo sin respetar derechos políticos, limitando la asociación y organización popular, con discriminación, violencia y represión.
Por salarios y condiciones de vida dignas; por trabajo registrado y con derechos plenos; por equidad en los medios de comunicación; por un periodismo para el pueblo; por la democratización de la pauta publicitaria y financiamiento para las cooperativas y medios comunitarios; por políticas de defensa de los medios públicos; por el derecho a la información y la libertad de expresión; y por todas nuestras reivindicaciones, una vez más, llamamos a frenar a la ultraderecha en el balotaje y a seguir organizándonos hacia un futuro diferente.
